Vamos de a poco con unos ejemplos para aclarar un poco el tema que reconozco viene confuso y espero no herir muchas susceptibilidades cuando más de uno se vea reflejado en este texto. Hace poco el presidente Evo Morales fue obligado a realizar un aterrizaje y fue detenido, debido a que se sospechaba que podía transportar a un traidor americano. Varias cosas con respecto a esto pero, comenzaremos con Evo. Es incuestionable que está mal impedir el paso de un presidente soberano que cuenta con la protección de la inmunidad diplomática (la de todas las películas de espías). Queda claro que cuando se amenazan ciertos intereses no hay tratados internacionales que valgan, y que la libertad es más libertad en USA que para el resto (menos para the ass of the world, o sea nosotros). No existe justificativo que pueda avalar lo que ocurrió en Europa con el presidente de Bolivia, sin embargo hay quienes lo aplaudieron sólo por estar en contra de Evo o de nuestra presidente. Utilizar esto con fines de campaña en la Argentina está mal de igual manera que justificarlo debido a la identidad de los involucrados, sin embargo eso fue lo que pasó.
Capítulo a parte es Snowden quien es sin lugar a dudas un traidor y por lo tanto de acuerdo a las leyes vigentes un delincuente. Que como todos en este mundo merece asilo si sufre de persecución, aunque no debemos olvidad que divulgar secretos que afectan a la seguridad nacional es un delito en casi todos los países del globo, y en algunos se castiga con la muerte. El hecho de que los perjudicados por las maniobras de espionaje seamos todos quienes mantenemos un cierto nivel de actividad en la red, no hace que Snowden sea un héroe, ni tampoco convierte al espionaje indiscriminado en un derecho de los estados. Ambas cosas están mal pese a todo le debemos cierta gratitud ya que puso al descubierto una maniobra muy cuestionable y si bien es poco probable que haya cesado por salir a la luz, por lo menos ahora podemos elegir con cierto conocimiento si publicar o no nuestra opinión.
A nuestra presidente le corre frío cuando piensa que los Estados Unidos la espía a través de internet. Me pregunto que deberíamos sentir nosotros las víctimas del proyecto x, que quede claro que no está terminado y que a la larga ese u otro proyecto servirá para espiarnos a todos quienes pensemos distinto y nos atrevemos a expresarlo (asumido el riesgo claro). En lo que respecta a los K ya trasciende el doble discurso es más bien una doble moral, ya que ante situaciones idénticas en su contenido opinan de forma opuesta según mejor se acomode a las necesidades del relato. Además tal vez al señora presidente debiera recordar que además ellos intimidan ademas de espiar. Hace un tiempo se obligó a todos los que tuviéramos una actividad registrada por la gestAFIP a exhibir un código QR, para quienes no lo hayan intentado les sugiero que lo escaneen con un celular y podrán ver una página donde entre otros datos privados (que nadie tendría por que conocer) existe un botón que permite hacer denuncias en tiempo real. Lo que significa que una horda de militontos bien podría salir por las calles a patrullar denunciando de forma anónima (sin ningún tipo de responsabilidad) a todos aquellos a los que se considere enemigos del modelo.
Queda claro que es una obligación del estado la de apoyar a la cultura y a los deportes, que promueven una mejor sociedad. Ahora bien de ahí a dilapidar varios miles de millones en fútbol hay un abismo conceptual. El deporte rentado no debiera ser apoyado por el estado, sino que ese dinero se debiera utilizar en garantizar el acceso de por ejemplo los chicos en situación de riesgo. Quienes pudieran mejorar su situación mediante la practica de un deporte colectivo, pero claro eso es de gorila, en cambio regalársela a los barras y a Grondona es Nac&Pop. Le pagamos al fútbol y al automovilismo profesional en lugar de apoyar a nuestros atletas olímpicos. Una sociedad sin cultura está condenada y no hay cultura sin artistas; y estos como toda persona no son ajenos a tener una opinión política la cual tiene el mismo valor que la de cualquier ciudadano. Un artista puede ser un ejemplo el su campo y profesar la ideología que crea más justa y correcta, eso no puede someterse a consideración alguna. Lo que está mal es que el estado financie con dinero del erario público proyectos personales de miembros del gobierno, o que se utilicen recursos que se desvían en corrupción disfrazados de subsidio al arte. No debe entenderse que se está en contra de los actores o del cine nacional, de lo que se está en contra es que se gasten millones en documentales y tiras que nadie ve. No sería mejor a caso utilizar ese dinero para promover formas descentralizadas de cultura y dar a los jóvenes la posibilidad de desarrollarse a travéz de la participación directa en la generación de contenidos. Algunos de nosotros damos por sentadas las herramientas que ofrece la tecnología actual en cuanto a la generación de contenidos como los blogs, fotologs, etc. Sin embargo estos recursos pese a estar disponibles para cualquiera no son en absoluto accesibles para todos debido a diversas barreras culturales; en lo personal creo más útil acercar estos recursos a todos en lugar de producir cine sin público.
Aceptamos como normal la dualidad de criterios, nuestros políticos explotan esta anormalidad para dotar
de falso sentido a su mensaje. Se agrede al contrincante por lo mismo que se premia a quien acompaña la ideología. Tenemos una asumida parcialidad enquistada en nosotros y nuestro gobierno y por ello siempre seremos un país parcial, sólo una parte de lo que pudiera ser el todo.